ARGENTINA.- Tras ser seleccionado por el Radio Club Argentino (RCA), el bahiense Emiliano Gutiérrez representó a nuestro país en el 12º Campamento YOTA de la IARU Región 1, que se llevó a cabo en Praga, República Checa.
Gutiérrez, presidente del Radio Club DX Bahía Blanca, también es miembro del Departamento de Economía de la Universidad Nacional del Sur.
El Campamento YOTA es parte de una iniciativa lanzada por la Unión Internacional de Radioaficionados (IARU Región 1) con el propósito de fomentar y promover la participación de jóvenes de hasta 30 años en la actividad de radioafición.
“En Argentina, el Radio Club Argentino respalda esta causa a través de su Comisión YOTA, contribuyendo al desarrollo y crecimiento de las nuevas generaciones en este apasionante hobby”, comentó Gutiérrez, quien es pionero en la actividad YOTA en nuestro país.
Y añadió: “Fue una experiencia muy enriquecedora. Viajé como único representante del país y también de Sudamérica. Participaron alrededor de 40 países, en equipos de 2 o 3 personas cada uno. Se hicieron varias charlas técnicas, otras de construcción de antenas y receptores y también se efectuaron algunas prácticas”.
Más allá de las capacitaciones en el área de comunicaciones, Gutiérrez valoró el intercambio cultural y la confraternidad lograda.
“Pude relacionarme con radioaficionados de otros países. Hablé mucho con los chicos de Burkina Faso, porque no manejaban demasiado el inglés, pero sí el francés. Y como yo hablo ese idioma, nos comunicamos bastante y armamos un subgrupo con los franceses y los belgas”.
Para Gutiérrez, la radioafición es un hobby, mediante el cual se comunican con otras personas de distintas partes del mundo que poseen una radio.
“Pero no cualquiera lo puede hacer: se requieren licencias y permisos especiales, porque es una actividad normada, y también cierta tecnología básica”, explicó.
En el Radio Club DX Bahía Blanca se comienza comienza con un curso, en el que se enseñan las técnicas y también los requerimientos.
“Ya con un handy se puede comenzar y después se va avanzando con distinto equipamiento, sobre todo para mejorar la comunicación”.
El promedio de edad de los practicantes es de 60 años, por lo cual se está desarrollando una intensa agenda de difusión para incorporar gente joven.
“Con 30 años, soy el presidente más joven de un radioclub. Y la comisión YOTA, apunta a eso, a sumar gente más chica. Ese es mi eje de gestión. Incorporar gente joven, para que esta tradición no se pierda, como pasó con otras, que no lograron ese recambio generacional”.
Y agregó: “En Bahía hay dos clubes. El nuestro se denomina Radio DX Bahía Blanca y tenemos alrededor de 100 socios, pero no todos son de Bahía Blanca”.
Para eso, realizan varios encuentros anuales y efectuar transmisiones desde distintos puntos de la ciudad y mostrar a la gente lo que hacen.
“Lo bueno es que a los cursos que vamos organizando, se suma mucha gente. Generalmente son 20 por curso, lo que es un número importante teniendo en cuenta que no es una actividad muy difundida. Y hay varios adolescentes que toman parte”.
Gutiérrez contó que se sumó a esta actividad sin tener experiencia previa alguna.
“Yo me acerqué por una charla que dio el periodista Carlos Almirón en mi escuela, cuando tenía 11 años. Me gustó y tenía la edad mínima para empezar (a partir de 2017 bajó a 9 años ese requerimiento), así que me uní al club y comencé a aprender”.
“Los dos encuentros más importantes se dan el tercer fin de semana de febrero (denominado Faros Americanos), donde se conectan radioaficionados de todo el continente, y el tercer fin de semana de mayo, que se realizan salidas desde los museos de América”.
Gutiérrez invitó a todos los jóvenes radioaficionados a unirse a la iniciativa YOTA a participar activamente en el mundo de la radioafición.
“Para aquellos colegas jóvenes que deseen sumarse, pueden unirse al grupo de WhatsApp de la Comisión YOTA (no se requiere ser socio del RCA para ello) a través del siguiente enlace: https://forms.gle/kudkgaoWnDCSrGPRA”, dijo.
“Yo lo defino como un hobby ciencia, en el que se experimenta permanentemente. No es un medio únicamente de comunicación, más allá que ese es el fin. Y la tecnología ha avanzado muchísimo para poder experimentar. Es una herramienta más”.
“Nosotros tenemos repetidora propia, que se puede usar ante alguna catástrofe en el que se caen los medios de comunicación tradicionales, como pueden ser los celulares. En otros países, esas situaciones de emergencia están muy conectadas con los gobiernos para tomar parte inmediatamente”.