ESPAÑA.- El Centro de Arqueología Experimental (Carex) ha servido de base para que estos aficionados hayan promocionado los yacimientos burgaleses en el 22 aniversario de la declaración de Patrimonio de la Humanidad.
El Centro de Arqueología Experimental (Carex) de Atapuerca ha acogido hoy un evento muy especial de la Unión de Radioaficionados Españoles de Burgos (UREBU), que ha dado comienzo a una conexión especial de radio, con el fin de llevar a los cinco continentes el nombre de Atapuerca. Este evento busca conmemorar los 22 años desde la declaración de los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca como Patrimonio Mundial.
La actividad de los radioaficionados se divide en dos fases. La primera tiene lugar hoy en el Carex, donde el equipo de activaciones de UREBU, integrado por los operadores EA1FE, EA1EC, EA1AYT, EA1FGX, EA1BHB,EA1BUK y EA1OF. En este primer día calculan que lograrán contactar con aproximadamente 700 corresponsales.
De esta forma, durante el día de hoy, los miembros de UREBU estarán retransmitiendo e intentando contactar con otros radioaficionados de los cinco continentes. En un primer momento han contactado lugares de España y países limítrofes, aunque según iba avanzando la mañana han podido hablar también con radioaficionados de otros países como Francia, Italia, Alemania o Portugal, y confían en ir alcanzando otros países de los cinco continentes durante el resto del día. En este sentido, explican que están limitados por la diferencia horaria que hay en otras partes del mundo.
Así lo explicó el secretario de UREBU, Marcelo Dañín, que junto a sus compañeros estará todo el día retransmitiendo y tratando de llevar a más gente el 22 aniversario de la declaración de Atapuerca como Patrimonio Mundial, así como dar a conocer estos yacimientos y su historia «a través de la radio». La conexión se realiza principalmente a través de la banda de HF. Otro de los grupos la realizará en las bandas de VHF y UHF.
Los contactos logrados durante el día de hoy, se trabajarán en la jornada del 26 de noviembre al 1 de diciembre, intensificando los contactos ya realizados desde sus estaciones e intentando sumar otros nuevos. Comienza así la segunda fase de este evento, que ya no se llevará a cabo desde el Carex, sino desde las propias estaciones de los integrantes de UREBU. Esta consiste en otorgar una QSL (tarjeta confirmatoria del contacto), alusiva al evento y que además permitirá incorporar más modos de transmisión y más bandas, dando más posibilidades a las estaciones oyentes poder conseguir dicho contacto. La estimación de contactos estará dada por las condiciones de propagación, pero calculan que lograrán unos 2500 de todo el mundo.
Esta no es la primera vez que la Unión de Radioaficionados de Burgos trata de realizar una conexión desde Atapuerca, ya que, tal y como recuerda su presidente, Luciano Hernández, estuvieron en otro de los primeros aniversarios de esta efeméride, y con la de hoy se suman tres visitas de UREBU al Carex para retransmitir de allí. Hernández lleva muchos años dedicándose a esto, y señala orgulloso que ha logrado hablar con todos los municipios de España, algo que señala como un gran logro, dado que es el número 12 del país que lo ha logrado.
Además, para llevar a cabo estos contactos con diferentes países, utilizan un lenguaje radiofónico, un código ICAO, por el cual cada letra del abecedario representa una palabra. Por ejemplo, para despedir a un contacto utilizan el número 73 que significa «agradecemos el contacto y le saludamos» u el número 88 para decir «le mando un beso».
Equipos de radio
Con motivo de esta celebración, el Carex de Atapuerca vive hoy también una jornada de puertas abiertas al público de 10 a 14 horas y de 17 a 19 horas en la que miembros de la URE Burgos explicaron a los visitantes los detalles de la Radioafición y más concretamente el lenguaje de los radioaficionados, las distintas bandas y frecuencias a través de las que transmiten o cómo funcionan sus equipos.
Además, los visitantes pudieron ver de cerca varios equipos de radio del Museo de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra, que se encuentra en Belorado (Burgos). Entre ellos había receptores, antenas, comprobadores de modulación y transmisores, todos de gran valor debido a su implicación histórica en guerras o avances tecnológicos y que narran también parte de la historia de la radiotransmisión a lo largo del siglo XX.
El propio Inocencio Bocanegra, que se define a sí mismo como un «radioaficionado» desde hace 50 años, fue el encargado de llevar al Carex, para que puedan ser vistos hoy, estos equipos que no están expuestos en el Museo de Belorado. Cuenta con una colección de más de 600 equipos radiomilitares que van desde la Primera Guerra Mundial hasta cuando comenzó a entrar la comunicación digital.
Los hoy expuestos eran equipos alemanes, americanos, ingleses, rusos, franceses y chinos. Entre ellos había un receptor de submarinos ingleses, posterior a la Segunda Guerra Mundial; también otros receptores que se utilizaban para espiar si había emisoras clandestinas, e incluso un receptor similar al que llevaban los aviones cuando se lanzaron las bombas atómicas de Nagasaki e Hiroshima.