En un rincón remoto de Rusia, una misteriosa emisora de radio mantiene en vilo a curiosos y expertos desde hace casi cinco décadas. Se trata de la UVB-76, una frecuencia que emite un zumbido constante y, ocasionalmente, mensajes crípticos. Desde la década del 70, esta enigmática señal opera sin un operador visible y, lo más intrigante, desde un pueblo abandonado.
La UVB-76 transmite en la frecuencia 4.625 kHz con un sonido monótono y repetitivo: un zumbido que se escucha unas 30 veces por minuto, las 24 horas del día. Aunque no se sabe con certeza cuándo comenzó, los registros apuntan a 1976 como el año en que alguien sintonizó la frecuencia por primera vez. Desde entonces, su actividad viene siendo monitoreada por radioaficionados y entusiastas de las ondas cortas.
La emisora se localizó originalmente en Povarovo, un pueblo ruso que quedó deshabitado ese mismo año, lo que alimentó las especulaciones sobre su origen. A pesar de los intentos por descifrar su propósito, la UVB-76 sigue siendo un enigma.
La radio fantasma, ¿un legado de la Guerra Fría?
Una de las teorías más aceptadas es que se trata de una antigua instalación militar soviética, posiblemente parte de un sistema de alerta o comunicaciones durante la Guerra Fría. Su alcance, que supera las fronteras rusas, respalda la idea de un uso estratégico. Sin embargo, nadie reclamó oficialmente la emisora ni se ha confirmado su propósito exacto.
Otros sugieren que podría formar parte de una red de espionaje que quedó en desuso tras la caída de la Unión Soviética. Sin embargo, la emisión persiste, lo que hace que esta hipótesis sea igualmente debatida.
Aunque el zumbido es el sonido predominante, en ocasiones se escucharon mensajes que parecen codificados. El primero registrado ocurrió en 1997, cuando una voz femenina recitó palabras en ruso junto con números y nombres del alfabeto fonético.
Desde entonces, solo se captaron unos pocos mensajes, algunos de ellos incomprensibles o distorsionados. En 2010, la señal se interrumpió durante dos días, algo inusual, y poco después transmitió la melodía de El Lago de los Cisnes, acompañada de una voz femenina que recitaba números. Este hecho incrementó las teorías sobre posibles códigos secretos en su programación.
Un descubrimiento inquietante
En 2010, un grupo de personas ingresaron al edificio donde operaba la estación en Povarovo. Encontraron un perro encadenado como guardián y un libro de registros que detallaba entradas y salidas hasta 2005, coincidiendo con las emisiones de la radio. Poco después de este hallazgo, la señal dejó de emitirse desde Povarovo y se trasladó a una ubicación desconocida.
Para los aficionados de los misterios tecnológicos y las teorías conspirativas, esta “radio fantasma” continúa siendo un tema de fascinación. Mientras tanto, el zumbido de la UVB-76 sigue resonando en el espacio radial.
