CHILE.- Juan Moisés León es un niño radioaficionado de 11 años, nacido del vientre del Valle de Aconcagua, su historia en el mundo de la radioafición es una verdadera inspiración para personas de todas las edades, y todo comenzó por el amor a este hobbies heredado por su padre, Juan León, CE2YS.
Desde temprana edad, Juan Moisés observó con admiración a su viejo, quien siempre se encontraba inmerso en el mágico mundo de la radioafición. Las largas noches escuchando conversaciones de aficionados de todo el mundo, sintonizando estaciones lejanas y compartiendo su entusiasmo por la tecnología y la comunicación dejaron una huella imborrable en el corazón de Juan Moisés.
Su pasión por la radioafición floreció, y pronto se convirtió en un apasionado operador de radioaficionado. No solo estaba decidido a seguir los pasos de su padre, sino que también inconscientemente, comenzó a superarse y dejar su propia huella en el mundo de la comunicación radial. Este deseo lo llevó a participar activamente en una variedad de actividades, incluyendo contactos satelitales con la Estación Espacial Internacional (ISS).
Guiado por el amor a la radioafición comenzó a activar estaciones de trenes en diferentes localidades del Valle del Aconcagua. Estas estaciones se convirtieron en puntos de encuentro para radioaficionados de distintas partes del valle del Aconcagua que conforman el grupo Diexita Juncal, el entusiasmo de Juan Moisés hizo que se ganara un lugar especial en sus corazones.
Sin embargo, su logro más destacado estaba a la vuelta de la esquina. Se unió al grupo JuncalDx y participó en el prestigioso concurso Mundial Diexista (Contest World Wide) . A pesar de ser un aspirante, su entusiasmo y dedicación eran inquebrantables. Se destacó en su categoría Rookie, y en medio del concurso general tomó la posición de RUN, donde realizaba llamados CQ como también en la caza de multiplicadores, ¡¡cada contacto se celebraba como un golazo de Chile por el equipo
Durante las 48 horas que duró el concurso, Juan Moisés estuvo activo sin descanso, motivando a sus colegas, todos ellos experimentados radioaficionados pasados los cuarenta años. Con su sólo actuar, animaba a todos a seguir llamando, a pesar de su fatiga y agotamiento. La pasión y la alegría de Juan Moisés fueron contagiosos, y sus amigos encontraron las fuerzas para continuar hasta el último minuto del Contest.
Después de horas de intensa comunicación, Juan Moisés quedó afónico y exhausto, pero su espíritu nunca se rindió. Se quedó dormido entre las radios y los filtros, con una sonrisa de satisfacción en el rostro, seguramente soñando el llamado “CQ Contest, CQ Contest”
El grupo JuncalDx no podría estar más orgulloso de su compañero. Juan Moisés “El León” demostró que, con pasión y determinación, se pueden lograr grandes hazañas en el mundo de la radioafición. Es un ejemplo para todos, y para muchos que sentimos que nunca es demasiado tarde para aprender y perseguir sus sueños, la radioafición es una verdadera familia unida por el amor a la comunicación. Gracias, Juan Moisés, por ser una parte invaluable de nuestra familia, tu historia hace honor a nuestro lema “El cielo es el límite” y queda plasmado aquí en estás sencillas palabras para nuevas generaciones de radioaficionados que están por venir…
Fuente y fotos: juncaldx.cl