ESPAÑA.- La Unión de Radioaficionados de Palma da cobijo a una espectacular colección de receptores y transmisores que abarcan todo el siglo XX.
Entender la vida sin la radio resulta difícil para numerosas generaciones que han crecido escuchando música, noticias o simplemente han tenido a este aparato como compañía. Preservar, conservar y mostrar este singular patrimonio es una de las premisas de la Unión de Radioaficionados de Palma, que en su sede de Son Tous alberga un pequeño y modesto gran museo. En sus paredes habitan receptores y transmisores de diferentes épocas, que comprenden todo el siglo XX y una pequeña parte del actual, y que destilan nostalgia por todos sus rincones.
Aparatos de radio convencionales, de madera, metálicos… Incluso emisoras de uso militar que han ofrecido partes de guerra forman una colección por inventariar y en la que colaborado radioaficionados asociados que las han aportado para su conservación o bien son donaciones personales o de familiares. Gracias al espacio cedido por el Govern Balear, este material tiene un techo en el que seguir contando la historia, pues buena parte de ellos sigue funcionando, transmitiendo, aunque algunos datan de inicios del siglo pasado.
La exposición da cobijo también a equipos profesionales de radioaficionados, además de a elementos como manipuladores de Morse de diferentes tipos, que dejan constancia de la importancia de este método de comunicación. Los interesados en visitar este museo pueden dirigirse al correo electrónico urepalma@gmail.com para concertar visitas u obtener más información sobre este legado de gran valor material e histórico.
Además de los aparatos de radio, llama la atención una singular colección de tarjetas de comunicación llegadas de diferentes países del mundo (incluso Rusia o Japón) que sirven de confirmación y verificación del contacto establecido entre los radioaficionados de Palma con esos compañeros, a través de su indicativo. Un casillero sirve para ordenar este material, que conforma una parte clave dentro de la vertiente social de la actividad de los radioaficionados.
Fuente y foto: www.ultimahora.es